VALÈNCIA. Las Fallas de 2023 pasarán ya a la historia, por haber sido la mezcla casi perfecta de la ansiada normalidad post Covid, el buen tiempo, el mejor calendario posible y unas ganas colectivas de disfrutar al máximo.
La Cremà de los cerca de 770 monumentos escultóricos repartidos por toda Valencia, además de las docenas de ellos que hay en localidades de toda su provincia, así como en municipios de Alicante y de Castellón, ha puesto fin esta noche a unas Fallas para las que se agotan los calificativos.
Las primeras valoraciones atisban ya los mejores datos económicos de los últimos años, a falta de concretarse a nivel hostelero y turístico, pero se ha confirmado con creces el optimismo visto en la calle y el colofón ha llegado este fin de semana, con una sensación generalizada de vuelta a la normalidad tras unas Fallas suspendidas en 2020, aplazadas a septiembre en 2021 y restringidas aún en 2022.