“Yo quiero hablar, sobre todo, de la pasión literaria que puede llegar hasta el extremo de la obsesión”
Después de diez años desde la publicación de su último libro de cuentos Velocidad de los jardines (1992 y 2017), Páginas de Espuma ha publicado, “Plegaria para pirómanos”, un libro joya compuesto por nueve obras maestras de la narración breve que Eloy Tizón nos ha presentado en Pegando la Hebra. Plegaria para pirómanos es un libro excelente, que demuestra que la forma puede ser más importante o impresionante que el fondo, que el cómo puede causar más admiración que el qué. Nueve cuentos entrelazados por la búsqueda creativa, con su estilo único e inconfundible con la ruptura de lo establecido en el género y la indagación incesante de otros principios. La antología, mantiene hasta el final una búsqueda de diversidad formal y juego de formatos y lo hace dominando siempre la narración con sobriedad, laconismo, y prosa inventiva impregnada de los aromas de la mejor poesía.
Con Eloy Tizón hemos hablado, entre otras cosas, de los diez años que han pasado desde su anterior antología, “Sí, esa parece ser la cadencia. No puedo hacer nada al respecto. Me gusta que cada libro posea su propio ritmo interno de crecimiento, con sus pausas, sin forzar nada”; del vértigo del creador al crear algo nuevo, “Si tuviera que definir mi proceso creativo con una sola palabra, esta sería: búsqueda. Soy alguien que busca. Que nunca está seguro. Que prueba cosas nuevas. Que no se conforma”; de si acaso elegir la literatura breve es lo más cercano a la poesía, “Si, ocupa un lugar intermedio muy fascinante entre la narrativa novelesca y la cualidad poéticas que puede tener, dado que es una extensión que puede permitir esa intensidad verbal. Ese territorio fronterizo es el que me parece interesante a la hora de trabajar porque tiene una dosis de novela, de poesía, e incluso de ciertas dosis de ensayo”; de su maestría en el uso de lo metaliterario diluyendo géneros, personajes y tramas con un juego de crítica literaria y reflexión sobre el oficio de escribir. “Del mundo editorial yo quiero hablar, sobre todo de la pasión literaria (..) que puede llegar incluso a la obsesión y un punto de locura, del movimiento que hay en torno a los autores y los libros que genera belleza y altruismo y también esa parte más desconocida, más oscura”. Aunque los no-nombres es frecuente hay uno que deja huella, Erizo, un personaje ancla- voz narradora en casi todos los cuentos del libro de que ha dicho: “Es evidente que entre el personaje de Erizo y yo hay una relación estrecha. Es una especie de alter ego, en el que me reconozco, nos parecemos mucho. Erizo es un nombre con el que comparto varias letras de mi nombre, aunque no todas (…) es la distancia que quería mantener con él. De todos los personajes de ficción que he creado hasta ahora, seguramente es el que siento más próximo a mí y no descarto que reaparezca en algún otro momento” (…) Él está obsesionado con un escritor, Xavier Serio, alguien con poca proyección pero que despierta entusiasmo entre sus seguidores”. Desde luego, Xavier Serio recuerda mucho al propio Tizón, algo que él admite sonriente. “Todas las historias, al final, cuentan lo mismo: la fiesta ha terminado”, afirma Erizo.
Eloy Tizón nos habla del cuento: “He creado estos cuentos a partir de imágenes, situaciones, voces o sueños que me asaltan y que me arrastran al escritorio. Siempre me ha interesado mucho y le he concedido gran importancia al orden de los libros de cuentos. De dónde partimos (el lector y yo) y adónde desembocamos. El trabajo con el lenguaje, no es que un elemento ornamental de la escritura, sino que son la escritura misma; su esencia. No puedo separar la historia de la manera en que está contada. Si elijo otras palabras, cuento otra historia.
Grafía es un cuento narrativo, que relata una historia con textos que desafían y vulnera con descaro las normas clásicas. (un juego metaliterario); El fango que suspira es una lírica visión de la muerte más burocrática, cancelar cuentas, gestionar seguros; Agudeza contiene una trama sobre un segundo mejor amigo de Erizo y unas lentillas y una ruptura en un restaurante; Dichosos los ojos es una pequeña obra maestra. Una obra de orfebrería. Es una fiesta de enumeraciones, un relato en una bella prosa poética; Mi vida entre caníbales con una voz narradora femenina que narra un cuento salvaje; Ni siquiera monstruos nos lleva de Detroit a una república africana, sacudiendo los géneros literarios con aforismos y poemas; Ansiópteros trae la voz femenina de una mujer que interpela sin para a su marido con la ausencia del otro como fondo; Cárpatos es un relato delirante en el que la visión del narrador y la del lector se funden bajo los efectos de la medicación, es el relato de acción; y en Confirmación del susurro, Erizo cede su batuta a otro protoartista musical en un formato epistolar, destinado a Marianne donde el susurro enlaza con la plegaria para clausurar la colección, un texto que pasa de la epístola a la poesía el aforismo y roza el ensayo. Una obra maestra.
Eloy Tizón es autor de tres libros de cuentos: Técnicas de iluminación (2013), Parpadeos (2006) y Velocidad de los jardines (1992 y 2017); y tres novelas: La voz cantante (2004), Labia (2001) y Seda salvaje (1995); y del ensayo literario Herido leve. Treinta años de memoria lectora (2019). Es colaborador asiduo en medios de comunicación, ha impartido talleres de narrativa breve en Hotel Kafka y en la universidad de Almería (UAL) y es el director del I Festival del Cuento Literario en España.
Pegando la Hebra, dirige y presenta, María Vicenta Porcar, control de sonido y montaje técnico, Juan Lafuente. 99.9 Plaza Radio, 99.9 FM Valencia, España, y www.999plazaradio.es. PODCAST en la web de la emisora, Ivoox, Spotify, Youtube, etc.