VALÈNCIA. Dos meses después de ganar las elecciones generales del 23J, Alberto Núñez Feijóo se ha enfrentado hoy a su debate de investidura.
El líder del PP ha empezado su intervención con un rechazo a la amnistía con el argumento de ser leal a sus votantes. Ha enarbolado su victoria en las elecciones, ha asegurado que nunca defraudará a quienes le votaron.
El líder del PP ha apelado a la "honestidad con uno mismo" para rechazar lo que ha aceptado el PSOE.
Ha apelado a reformar el Código Penal para introducir el delito de "deslealtad institucional".
El líder popular ha agradecido a Vox su apoyo y ha elogiado que la formación de extrema derecha no haya solicitado contrapartidas para dar su apoyo a los populares.
Se ha comprometido a aprobar, en el seno del diálogo social, en el primer año de legislatura, un calendario de subida del salario mínimo interprofesional con criterios objetivos para alcanzar el 60% del salario medio".
También ha propuesto que hasta que no se controlen los precios, se mantengan las medidas como la gratuidad del transporte público, pero "de acuerdo con la renta de los usuarios".
Ha asegurado que su voluntad es la de negociar con las fuerzas políticas, con la comunidad educativa y con la sociedad civil "hasta garantizar una Ley de Educación que no cambie con el Gobierno siguiente".
Además ha prometido que si es investido presidente promoverá un Pacto Nacional del Agua y defenderá la transición ecológica aunque rechaza la "dictadura activista".
Ha propuesto también dos fórmulas "prioritarias" para la conciliación: la "jornada laboral flexible" y "un banco de horas para que los trabajadores puedan disponer de ellas en periodos no lectivos".
Feijóo ha propuesto también un pacto de Estado de regeneración democrática para despolitizar instituciones como el CNI, el CIS, la Fiscalía y garantizar su independencia. Además ha propuesto llevar a cabo la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y que no haya políticos entre los nuevos miembros.
Además, ha señalado que quiere aprobar la renovación del CGPJ, que lleva caducado más de cuatro años y medio, y que a la vez se registre una reforma del modelo de elección "donde los jueces elijan a los jueces y los juristas de reconocido prestigio se elijan en las Cortes Generarles", la misma reforma que ha reclamado el PP en los últimos años.
Sin embargo, Feijóo ha ido un paso más allá al defender que en las listas del nuevo CGPJ "no haya ningún político". De este modo ha pedido que en la nueva ley se asuma "el cierre total de las puertas giratorias entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial. Así ha defendido que la elección de los nuevos vocales y la aprobación de la ley deberían votarse y aprobarse el mismo día "una a continuación de la otra" con el objetivo de garantizar que la Justicia está al servicio de los españoles y no esté "al servicio de los políticos".