VALÈNCIA. La primera sesión de control parlamentaria del año ha empezado marcada por la aprobación del Gobierno del decreto de los planes hidrológicos que supondrá un recorte del trasvase Tajo-Segura, un asunto con el que el PP ha tratado de percutir sobre el 'President', Ximo Puig, y sobre el que el jefe del Consell ha respondido anunciando una ayuda para el agua desalada.
Puig ha anunciado en las Corts que la Generalitat implementará una línea de ayudas para rebajar el precio del agua procedente de las desalinizadoras. Además, el President ha avanzado también que va a solicitar la Constitución inmediata de la comisión de seguimiento de las infraestructuras que garantice "agua para siempre" en la Vega Baja.
La intervención de Puig ha llegado después de las críticas de la síndica del PPCV, María José Catalá, quien ha calificado la decisión del Gobierno en el Consejo de Ministros del martes es "el mayor ataque a los regantes" con el recorte del Tajo-Segura frente a un Consell que "no defiende a nuestra tierra ni a los valencianos". "Es la punta del fracaso", ha insistido la portavoz 'popular' quien ha indicado que el PPCV irá "a los tribunales" a apelar la decisión del Ejecutivo central.