Entrevista a Pablo Irimia, neurólogo y coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología
VALÈNCIA. Un grupo de expertos ha detectado un aumento de casos en sus consultas a raíz de tener que llevar de forma obligatoria la protección facial contra el coronavirus.
Las mascarillas que se usan para evitar contagios de coronavirus también tienen sus inconvenientes al provocar otros problemas de salud no deseados. Así lo ha alertado el Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología (SEN), que reconoce en un estudio que la presión que ejerce la protección facial al ajustarse al rostro puede ser un factor que cause cefalea o empeoramiento de un dolor de cabeza previo
En Plaza Radio, el Dr. Pablo Irimia, neurólogo y coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología ha alertado que la mascarilla puede aumentar los dolores faciales y de cabeza y agravar los síntomas de aquellos que padecen cefalea o migraña.
Desde la SEN informan de que más de cuatro de millones de personas padecen este tipo de enfermedad neurológica en España, un millón de ellas de forma crónica, por eso han publicado un documento específico con recomendaciones sobre cómo usar la mascarilla si se padece de dolores de cabeza, ya que en los últimos meses se ha disparado el número de personas que piden un certificado médico para no usar el tapabocas por esta razón.
“Algunos pacientes incluso nos pedían un documento de exención de la mascarilla, pero nosotros no podemos hacer eso, es inevitable llevarla”. En estos casos, el doctor recomienda buscar una mascarilla que se adapte mejor o consultar con un médico para posibles tratamientos para el dolor.
“La mascarilla es algo artificial, apretado, cambia la postura y forma de hablar, cambia los hábitos diarios, pero prevenimos algo más grave, el contagio por COVID”, recuerda.